Nuevos visitantes en la ría: las avocetas

14 noviembre 2011

 
En Fragas do Mandeo estuvimos este otoño bastante ocupados en la participación en distintos foros que promueven la custodia del territorio. También dedicamos mucho tiempo a la negociación de acuerdos de custodia. La semilla está echada y esperamos que pronto broten resultados. Pero no dejamos de visitar la ría de Betanzos para observar las aves que, en su viaje migratorio a países más cálidos, hacen en estas fechas una parada en nuestra comarca para alimentarse y reponer fuerzas.

Este domingo pudimos observar una especie que no habíamos visto antes en la ría: la avoceta común (Recurvirostra avosetta). Esta hermosa ave es fácil de identificar, pues aparte de un marcado colorido blanco y negro, tiene el pico curvado hacia arriba, lo que la hace inconfundible.

Fotografía de avoceta común (Recurvirostra avosetta)El vendaval del sureste prometía alguna sorpresa, pues los fuertes vientos siempre hacen que aparezca alguna especie poco habitual. Así pasó con el bando de avocetas que estaba en la playa de Fiobre (Bergondo). Eran tres individuos adultos acompañados de dos ejemplares juveniles. Soportaban el viento posados en la orilla, de frente, de manera que el aire no les volviera las plumas. De vez en cuando un charrán patinegro (Sterna sandvicensis) las importunaba. Cerca de ellas también andaban algunos chorlitos grises (Pluvialis squatarola), un par de gaviones atlánticos (Larus marinus), un bando de 12 vuelvepiedras (Arenaria interpres) y otro de 28 ánades rabilargos (Anas acuta), cifra poco habitual en la ría.
Las avocetas pronto continuarán su viaje hacia el sur de la Península, o incluso cruzarán a África. Crían en otros lugares de España, en zonas húmedas, pero no en Galicia. Probablemente este pequeño bando venga de alguno de sus lugares de cría en el sur de Inglaterra, de la costa francesa, de los Países Bajos o incluso del sur de Suecia. La forma de su característico pico les ayuda a atrapar sus presas, pues se alimenta de invertebrados acuáticos, barriendo con su pico el fondo en aguas poco profundas.

Cuanto más conocemos nuestra ría, más nos damos cuenta de su importancia para las aves migratorias. Es una cuenta más en el rosario de espacios húmedos del litoral gallego, una fonda donde comer y albergarse temporalmente de camino a las tierras del sur. Tenemos que hacer por conservar esta cadena de espacios vital para tantas especies acuáticas migradoras.


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