Hoy es el aniversario de la desaparición de Marta. Hace cien años que murió esta paloma en el zoo de Cincinnati (EE.UU.). ¿Por qué recordarla?
Marta era el último ejemplar de la paloma migratoria americana que existía en el planeta. Con ella desapareció una especie que era el ave más abundante de Norteamérica, ¡y probablemente del mundo! Los bandos que formaban en sus viajes eran increíblemente grandes, llegando en alguna localidad a ocultar el sol durante tres días. Se estima que su población sumaba entre 3 y 5 mil millones de ejemplares. Pero los colonizadores destruyeron su hábitat y la cazaron con tal saña para comercializar su carne que fue exterminada en estado silvestre en tan solo cuatro décadas.
Esta paloma de cola y alas largas era muy diferente de otras en aspecto y comportamiento. Los científicos la bautizaron como Ectopistes migratorius, pues deambulaba en bandos migratorios en búsqueda de bosques caducifolios en los que alimentarse principalmente de bellotas, castañas y hayucos. Considerando que era el único miembro del género Ectopistes, la pérdida de biodiversidad aún es mayor.
La paloma migratoria americana simboliza cómo la avaricia y la indiferencia pueden acabar con una especie en poco tiempo por muy abundante que sea. Rememorar a Marta es una invitación a meditar sobre los límites que debe tener la codicia humana y a sensibilizarse con la pérdida de biodiversidad del planeta.
En Fragas do Mandeo su recuerdo reafirma nuestro compromiso con la conservación del patrimonio natural de nuestra comarca, pensando globalmente y actuando localmente. En un día como hoy, anímate a dar un paso más con nosotros en favor de la naturaleza.
