Tal como estaba programado, ayer nos acercamos al lugar de Chelo (Coirós) para continuar con la eliminación de la crocosmia, ayudados por el Grupo Naturalista Hábitat. Los 11 adultos y dos niños que participaron en la jornada recogieron en total 18 kilos de tubérculos que, según las cuentas que hicimos tras pesar un kilo, significan 8.748 tubérculos menos de esta planta exótica invasora. Pero lo más importante de todo es que con esta acción ya están libres de ella toda el área recreativa, la orilla izquierda del Mandeo desde la pasarela hasta el molino de maquila y toda la orilla derecha hasta el puente de Teixeiro. Obviamente, habrá que estar atentos ante las posibles reapariciones, pues siempre queda algún tubérculo por desenterrar.
Hoy por la mañana volvimos a visitar el río Mandeo. A primera hora dimos una charla sobre la custodia del territorio y el trabajo de Fragas do Mandeo a los alumnos del Curso de Monitor de Actividades de Tiempo Libre que la Escuela Querqus está impartiendo en la Casa de la Juventud de Betanzos. Posteriormente nos acercamos al lugar de Chelo para que conocieran el espacio natural y su biodiversidad, incidiendo en la importancia de que cuando actúen como guías sepan destacar los valores naturales de los espacios que visiten. No nos dio tiempo a realizar una práctica de eliminación de especies exóticas invasoras, pero les explicamos cómo organizamos nuestras actividades y los animamos a que en su futuro profesional programen jornadas de voluntariado ambiental en favor de la naturaleza.
