Esta mañana nueve voluntarios acudieron a la Reserva de Anfibios del Catorce con el objetivo de erradicar dos plantas de origen americano, la juncia olorosa (Cyperus eragrostis) y la zamarraga (Conyza canadensis). Les dio tiempo a eliminarlas en toda la terraza superior de la cantera y en la entrada del nivel inferior. Por lo tanto, queda pendiente arrancar las plantas que hay en la explanada principal, donde la juncia es muy abundante.
La eliminación de especies exóticas invasoras es un trabajo poco agradecido: los resultados no se ven. Así pudieron constatarlo estos voluntarios cuando se les explicó que unos días antes, pendiendo de un saliente rocoso en la pared de la cantera, había un nido de avispa asiática (Vespa velutina) cerca de donde estaban trabajando. Como ni tenemos experiencia ni equipamiento para eliminarlos, pedimos ayuda al especialista Lolo Andrade, con el que mantuvimos una interesante conversación en su visita a la reserva. Tuvo la gentileza de volver esta misma semana para eliminarlo por la noche, cuando todas las avispas estaban dentro del nido. Hoy no había rastro de ellas.
Aunque hubo más en esta semana. En la marisma del río Lambre, bajo el viaducto, uno de nuestros voluntarios estuvo eliminando plumeros (Cortaderia selloana) y budleya (Buddleja davidii). Ya los erradicáramos hace tres años, pero reaparecieron algunos pies. Como localizó un par de focos de crocosmia (Crocosmia x crocosmiiflora), aprovechó para desenterrar sus tubérculos antes de que se expandan. También el río Mandeo mereció una visita para eliminar plumeros localizados en las proximidades de la minicentral del Zarzo y, de paso, iniciamos unas pruebas para erradicar el laurel cerezo (Prunus laurocerasus), pues en esa zona hay cuatro focos de este árbol procedente de Asia Menor, que también deben controlarse cuanto antes mejor.
