Los árboles singulares

Árboles y formaciones arbóreas catalogadas

Con la aprobación del Decreto 67/2007, do 22 de marzo, polo que se regula o Catálogo Galego de Árbores Senlleiras, la Xunta de Galicia quiere proteger aquellos árboles y formaciones boscosas catalogados como singulares:

Tendrán la consideración de singulares los árboles y las formaciones de cualquier especie, tanto autóctona como foránea, situadas en terrenos de propiedad pública o privada, que sean merecedores de medidas específicas de protección en atención a las excepcionales características de su porte, dendrometría, edad, rareza, significación histórica o cultural, interés científico, educativo, estético, paisajístico o cualquier otra circunstancia que los haga merecedores de una especial protección.

En los anexos del decreto figura la lista de los árboles y formaciones arbóreas catalogados, ampliada posteriormente mediante diversas resoluciones. Para los criterios aplicables, la web de la Xunta de Galicia remite al Decreto 88/2007, do 19 de abril, polo que se regula o Catálogo Galego de Especies Ameazadas.

Para considerar un árbol merecedor de ser catalogado se tienen en cuenta varias medidas. La altura se toma en el lado superior de la ladera en la que se encuentre. Para calcular el diámetro de la copa se hace la media entre el diámetro mayor y el diámetro perpendicular a éste. El tronco se mide en dos puntos: justo en el pie se toma el perímetro basal, siendo el perímetro normal el medido a 1,30 metros del suelo por el lado superior de la ladera.

En la comarca están catalogadas una docena de árboles singulares

Comencemos la revista de los árboles singulares de la comarca en el pazo de Mariñán. Situado al pie de la ría de Betanzos, en el municipio de Bergondo, se concentran en su finca varios árboles y formaciones catalogadas. La construcción de este pazo se remonta a los siglos XIV y XV, siendo el conjunto arquitectónico actual de finales del XVIII. Los jardines tienen su origen en ese siglo, presentando una gran diversidad y monumentalidad. Declarado conjunto histórico-artístico, actualmente pertenece a la Deputación da Coruña y se puede visitar.

Los mirtos (Myrtus communis) del pazo se plantaron hace 130 o 160 años. Considerada la colección de mirtos más valiosa de Galicia, presentan una gran variedad en formas y tamaños. Los de mayor altura superan los 5 metros y llegan a tener troncos de hasta 1,30 metros de perímetro.

En los jardines del pazo dominan los plátanos de sombra (Platanus x hispanica), pues suman medio centenar y muchos de entre ellos tienen más de 40 metros de altura, con copas que van de los 20 a los 26 metros de diámetro. Se estima su edad entre 100 y 125 años y presentan troncos con una enorme base (en algunos casos pasan de los 7 metros de perímetro), variando el perímetro normal entre los 5 y los 6 metros.

Los eucaliptos (Eucalyptus globulus) del pazo son seguramente los más antiguos de Galicia, pues nacieron de las semillas traídas de Australia por Fray Rosendo Salvado en la segunda mitad del siglo XIX, según ciertas fuentes documentales. A pesar de su antigüedad, no son los más altos de Galicia, pues apenas superan los 46 metros.

Entre los plátanos de sombra y los eucaliptos crece recta desde hace 100 años una pacana de Illinois (Carya illinoensis). Sus 31,10 metros de altura la hacen merecedora de la calificación de ser la de mayores dimensiones de Galicia, aunque el diámetro de la copa se queda en 10 metros. En la base del tronco presenta un perímetro de 4 metros, estrechándose en su altura normal hasta los 2,60 metros. Como indica su nombre, es una especie procedente de Norteamérica.

A pesar de que el madroño (Arbutus unedo) es un árbol pequeño y que habitualmente presenta porte arbustivo, el ejemplar del pazo tiene una altura de 10,9 metros. Se estima su edad entre 130 y 160 años, cifra muy elevada para esta especie. El tronco está hueco, midiendo en el pie 4,12 metros de perímetro, bajando a 2,40 en la altura normal. La copa tiene un diámetro de 5,45 metros. Está considerado como el de mayores dimensiones de Galicia. Aunque es una especie autóctona, su distribución habitual es de clima más mediterráneo, por lo que sorprende aún más su tamaño.

Cerca de Mariñán, en el pazo del Casal, situado en Santa Marta de Babío, está catalogada una secuoya gigante (Sequoiadendron giganteum). Los orígenes del jardín actual se remontan al año 1853, cuando se acometió un ambicioso proyecto de ajardinamiento, con ricos elementos constructivos, dotándolo de una abundante y variada flora. La edad de esta secuoya se estima entre los 100 y los 150 años, tiempo en el que alcanzó una altura de 30,50 metros. El perímetro del tronco mide 12,30 metros en la base, para luego quedar en 9,60 metros en la altura normal, siendo el diámetro de la copa 23,80 metros. Aunque espectacular, puede considerarse un ejemplar pequeño, pues esta especie, procedente del oeste de Norteamérica, es la de mayor altura del mundo: llega a superar el techo de 100 metros, con una longevidad superior a los 2.000 años.

Siguiendo en el municipio de Bergondo, en la parroquia de Santa María de Guísamo encontramos el tejo (Taxus baccata) del arruinado pazo de Baldomir. Es el último testimonio del esplendor de este pazo, obra de principios del siglo XVIII y calificado hace unas décadas como uno de los más hermosos de As Mariñas. Con 17,40 metros de altura, está considerado como el de mayor altura de Galicia. El perímetro del tronco en la base es de 4,85 metros, pero como ramifica muy abajo, el perímetro en la altura normal sube a 6,20 metros, teniendo la copa un diámetro de 22,15 metros. Se estima que tiene una edad de 100 a 200 años, por lo que puede considerarse un ejemplar joven, teniendo en cuenta que llegan a superar los dos milenios. Es una especie autóctona, aunque poco abundante en Galicia.

Ya en el vecino municipio de Sada, en el pazo de Meirás, construido a finales del siglo XIX por la insigne escritora Emilia Pardo Bazán, sobrevive una especie realmente exótica: un cocotero de Chile (Jubaea chilensis). Esta especie es originaria de la zona más austral de ese país, y se encuentra en peligro de extinción. Su edad se estima entre los 100 y los 125 años, contando con una altura de 17,30 metros, lo que la convierte e una de las palmeras más altas de Galicia. A diferencia de lo habitual, el perímetro en la base es inferior al de la altura normal, pues pasa de 3,50 metros a 3,70 metros. La copa tiene un diámetro de 11 metros.

El castillo de Santa Cruz se alza en las aguas de la ría de A Coruña, en la isla de la que recibe el nombre. Fue mandado construir en el año 1594, para la defensa frente a los ataques de la piratería inglesa. En su frondoso jardín aparece catalogado un pino insigne (Pinus radiata). Esta especie es originaria de la bahía de Monterrei, en California, y se usa frecuentemente en las repoblaciones forestales. Con 24,60 metros de altura, está considerado el ejemplar gallego de mayores dimensiones. Se estima su edad entre 100 y 200 años, midiendo el diámetro de la copa 23,50 metros. El perímetro del tronco en la base es de 6 metros, bajando a 5,27 en la altura normal.

Cerca del castillo, en el jardín del Centro Cultural de Santa Cruz, crece un ombú (Phytolacca dioica). Procedente de Suramérica, es un árbol que no se encuentra frecuentemente en los jardines gallegos. Este ejemplar, con una edad de entre 100 y 125 años, presenta un pie del que salen seis troncos, que tienen entre 2,60 y 5,22 metros de perímetro. Su copa tiene un diámetro de 20 metros y su altura es de 13,30 metros. Está considerado como uno de los árboles más espectaculares de la geografía gallega.

En un monte al lado del punto kilométrico 14 de la carretera N-651, en la parroquia de Leiro (Pontedeume), se encuentra un magnífico pino marítimo (Pinus pinaster) de edad estimada entre los 100 y los 125 años. Tiene una altura de 36,20 metros, destacando su tronco libre de ramas que, como es habitual en la especie, van cayendo según va creciendo. El perímetro en la base es de 5,40 metros, quedando en 4,10 metros el perímetro normal. La copa tiene un diámetro medio de 12,16 m.

Aunque no está catalogada, el alcornoque (Quercus suber) de Santa Cruz de Mondoi (Oza dos Ríos), ligado al pazo del siglo XVI que recibe el mismo nombre, es un árbol singular. El perímetro de su tronco en la base supera los 6 metros y su altura está próxima a los 20 metros. Conocida localmente como corticeira (del gallego cortiza, corcho), se encuentra en una zona bastante septentrional para la distribución habitual de su especie. De hecho, solamente cuatro alcornoques figuran en el catálogo gallego, tres de los cuales están situados en la provincia de Pontevedra y el otro en el sur de la provincia de Lugo.

Recursos

Listado de árboles singulares: Relación de los árboles y formaciones arbóreas catalogadas en la web de la Xunta de Galicia. Lamentablemente no va acompañado de información respecto a dónde se encuentra cada árbol y el motivo de su singularidad.

Árbores e formacións senlleiras de Galicia: En este libro podemos encontrar las fichas con los datos de los árboles y formaciones arbóreas catalogadas, acompañadas de cuidadas fotografías, además de información acerca de los pazos, jardines y lugares en los que se localizan. Los autores del texto son Antonio Rigueiro Rodríguez, José Gaspar Bernárdez Villegas y Carlos Rodríguez Dacal, siendo las fotografías de Miguel Ángel Montero Vaz (Xunta de Galicia, 2008).

Árboles monumentales en el patrimonio cultural de Galicia: En esta voluminosa obra de Carlos Rodríguez Dacal y Jesús Izco (Xunta de Galicia, 2007) encontraremos información sobre algunos árboles singulares no catalogados o que lo fueron posteriormente con la ampliación del catálogo, por lo que no figuran en la obra citada anteriormente.

Fecha publicación: 6-10-2010
Última modificación: 29-10-2018
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