A pesar de las dificultades, no dejamos de trabajar durante este año aciago que acaba de terminar. Por lo tanto, toca hacer balance y contemplar los resultados valorando las circunstancias.
Recogimos la mitad de basura que el año pasado, pero aún así pasamos de las cuatro toneladas. Fueron exactamente 4.097,5 kg de residuos, la mayor parte de ellos retirados en nuestra costa y en nuestros ríos. Hay que destacar la menor presencia de basura en los espacios naturales, posiblemente por la generalizada ralentización de la actividad.
Nuestra principal preocupación era que las especies exóticas invasoras aprovecharan la situación para reinvadir espacios en los que las hemos eliminado. Creemos que logramos evitarlo, pues finalmente retiramos 2.322 kg de biomasa de 20 plantas exóticas. Las especies herbáceas que nos ocuparon más tiempo fueron la crocosmia (6.048 tubérculos desenterrados), la juncia olorosa (422 kg) y la tradescantia (1.171 kg). Entre las arbóreas, aparte de los eucaliptos que eliminamos en las parcelas que custodiamos, destacaron la acacia negra (46 ejemplares), la palmera canaria (51 ejemplares) y el aligustre asiático (216 ejemplares).
Todo esto ha sido posible gracias al esfuerzo de las 51 personas que participaron en una o varias de las jornadas de voluntariado que convocamos, más las 38 personas remitidas por el Grupo Naturalista Hábitat y la Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado. A todos ellos, ¡muchas gracias!
No sabemos lo que nos deparará este año que comienza hoy. Pero nunca mejor ocasión para desear salud y próspero año nuevo.
