Recuperando el ritmo

30 mayo 2020

 
Gracias a la relajación del confinamiento, esta semana recorrimos caminando 34 km de ribera de los ríos Mandeo y Mendo en búsqueda de basura y de especies exóticas invasoras. Nos preocupaba el avance de éstas, tras un período tan largo sin poder controlarlas.

Como era de esperar, encontramos poca basura. Por un lado, no hubo crecidas que arrastraran residuos desde la limpieza que hicimos en el primer trimestre. Por otra, la ausencia de visitantes evitó la basura que lamentablemente acostumbra a acompañarlos. Aún así recogimos 7 kg en el Mandeo entre O Tope y el puente de Teixeiro. En el Mendo retiramos 6,5 kg entre el puente de As Moas y el de Taibo. Estas cifras contrastan con el total de 372 kg recogidos durante el primer trimestre a lo largo de los mismos tramos de río.

En cuanto a invasoras, los resultados en el Mendo fueron esperanzadores. La biomasa retirada pesó solamente 3 kg, resultante de desenterrar 557 tubérculos de crocosmia. También arrancamos tres acacias negras que crecían en el lecho del río, dos robinias y un aligustre asiático. Por último, dedicamos un par de horas a arrancar rebrotes de chopo híbrido que nacían de los restos de la corta que hicimos en febrero.

En el Mandeo encontramos más especies y en más cantidad. Arrancamos 1.016 tubérculos de crocosmia, 4,5 kg de tradescantia, 3,5 kg de tubérculos de calas, una hortensia, un aligustre asiático, una acacia negra y dos robinias. En total 12 kg, sin contar el peso de las tres últimas especies.

La gran cantidad de crocosmias que arrancamos en el Mandeo tiene una doble explicación. La mayor parte estaba localizada en el área recreativa de Chelo. En el 2014 empezamos allí su eliminación, pues eran tan abundantes que de hecho en los tres primeros años arrancamos 172.490 tubérculos. Por otro lado, hemos tenido la suerte de que esta primavera no desbrozaran la zona a causa del confinamiento. Ésta es la mejor época del año para erradicarlas, pero en primaveras anteriores era difícil localizarlas por haber sido cortadas sus partes aéreas.

En conjunto, la difícil lucha contra las invasoras en los dos ríos está mostrando resultados muy positivos, pues su presencia en los tramos que recorremos es cada año más escasa. Pero aún nos queda mucho trabajo en otras zonas, especialmente con la tradescantia en el arroyo de As Bouzas y en la playa de A Abeleira. En la reserva de O Catorce tenemos que revisar la juncia olorosa y en las playas de la Alameda y Grande de Miño diversas especies.

De momento no hemos programado jornadas de voluntariado. Vamos a esperar a ver cómo evoluciona la crisis sanitaria, pues no queremos que nuestros voluntarios corran ningún riesgo.


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