Campaña de recogida de basura en la ría de Betanzos
La desembocadura del río Mandeo en la ría de Betanzos forma una extensa marisma de indudable valor ecológico y paisajístico. La importancia para la biodiversidad de este hábitat como zona de cría de innumerables organismos marinos, incluidos peces y mariscos de interés comercial, resulta evidente.
Lamentablemente, la villa siempre usó el curso fluvial para deshacerse de la basura. Por ese motivo el antiguo matadero de A Ribeira y la vieja fábrica de curtidos de A Magdalena se emplazaron al lado del Mandeo (hoy estos edificios están apartados de él por los rellenos y el desvío de su lecho, respectivamente). Este uso del río como vertedero siguió hasta tiempos recientes, acumulándose en el juncal una inmensa cantidad de residuos de toda clase.
Aún hoy siguen activas fuentes de basura. La principal es seguramente la fiesta de Os Caneiros, complementada con los botellones en los muelles del paseo de la Tolerancia y del puerto. En los lugares más próximos a O Pedrido son más frecuentes los residuos procedentes de las actividades pesqueras, marisqueras y de náutica recreativa, traídos por las mareas. 
De los viejos vertederos incontrolados, situados en los taludes que delimitan el juncal, siguen cayendo residuos que arrastran las corrientes. Por último, las chozas de los labradíos de auto-abastecimiento situados en la periferia de la marisma son focos de plásticos agrícolas y residuos diversos.
A pesar de esta situación de abandono, nunca se han acometido actuaciones de manera sistemática para mejorar el estado de conservación de esta marisma, que forma parte del espacio natural protegido ZEC Betanzos-Mandeo. Con sus 315 hectáreas de superficie, supone casi la tercera parte de la extensión de este enclave integrado en la Red Natura.
Las seis primeras eco-regatas
Para abordar el enorme problema de los residuos acumulados en la marisma a lo largo del tiempo, en el año 2014 programamos la primera edición de la Eco-regata Ría de Betanzos, como un evento anual de carácter festivo en el que lanchas y voluntarios competirían para recoger la mayor cantidad de basura posible.
El éxito de esa primera edición, en la que el contenedor industrial habilitado para acumular la basura no fue suficiente, aconsejó repetir la fórmula en los siguientes años, ya con dos contenedores, hasta que la crisis sanitaria del 2020 obligó a suspenderlas temporalmente.
Las ediciones de los años 2017 y 2018 fueron especiales. A diferencia de las otras, las lanchas no cargaron con los residuos hasta el puerto de Betanzos, pues el calado no les permitía acceder al sector de la marisma escogido para limpiar, situado entre la punta de A Ostreira y el pazo de Mariñán. Por otra parte, había una enorme cantidad de ruedas, difíciles de manipular por su peso. Consecuentemente, se optó por contar con el apoyo de un camión-grúa que operase desde una carretera próxima. Aparte de la gran cantidad de basura diversa que recogimos, en estas dos ediciones retiramos 84 ruedas de camión, 2 de tractor y 10 de turismo, lo que da una medida de la eficacia de las eco-regatas.
Gracias al voluntariado, los propietarios de las lanchas participantes y las entidades que colaboraron en la organización, en las seis primeras ediciones recogimos un total de 80 m3 de basura. En aquel entonces no pesábamos la basura, pues la cantidad era enorme y frecuentemente finalizábamos cuando ya era de noche. Pero unos cálculos precisos, basados en nuestra actual experiencia, permiten estimar que equivalen a un peso de 17.470 kg, como mínimo.
El año de la pandemia
En el año 2020, justo antes del inicio de la crisis sanitaria, convocamos un par de jornadas de voluntariado para retirar la basura acumulada en un vertedero incontrolado, situado en el talud del juncal al lado del observatorio ornitológico de Souto (Paderne). El resultado fue un peso total de 1.086,50 kg.
Una lancha para trabajar todo el año
En la última eco-regata previa a la pandemia detectamos un declive en los resultados. El motivo era que las lanchas solamente actuaban en las zonas de la marisma a las que podían acercarse sin embarrancar, quedando la basura sin recoger en lugares cada vez más lejos de los puntos de desembarco. Otro obstáculo es que la mayor parte de los participantes no tiene las condiciones físicas ni el equipamiento necesario para el duro trabajo de recoger residuos en el lodo, donde es muy fácil clavarse.
Por ese motivo, decidimos comprar una lancha con características específicas que permitieran internarnos en las zonas donde el resto de las embarcaciones no podían acceder. El 20 de agosto del año 2022 fue la botadura inaugural, dando un nuevo impulso a la limpieza de la ría mediante recogidas con periodicidad semanal. El objetivo inicial era retirar en el plazo de un año 1 kg de basura por cada euro invertido en el equipamiento.
Basura por toneladas
Como era de esperar, nuestra lancha participó muy activamente en la séptima edición de la eco-regata, ya superada la pandemia. En esta ocasión pesamos sistemáticamente todo lo recogido, resultando en la modesta cifra de 674,65 kg. Se confirmaba así la tendencia de que cada vez están más limpias las zonas en las que pueden actuar las embarcaciones participantes en la eco-regata, pero quedando basura en las zonas de más difícil acceso.
Nuestra lancha siguió con las salidas semanales. Pronto nos dimos cuenta de que superaríamos con creces la meta inicial, por lo que elevamos el listón a una tonelada de basura mensual durante doce meses, bautizando la campaña como «Basuraleza: 12 meses, 12 toneladas». Cuando aún faltaban cinco semanas para finalizar el plazo establecido ya superáramos el nuevo objetivo. Gracias a un esfuerzo extraordinario el último mes, la campaña finalizó con un balance de 15.053,95 kg recogidos en 42 salidas con la lancha.
Sumando todo lo recogido en las siete ediciones de la eco-regata, en las dos jornadas de voluntariado en Souto y lo recogido con la lancha en esta campaña, el resultado es que en el aniversario de la botadura ya llevábamos retiradas en la marisma más de 34 toneladas de basura (34.285,10 kg).
La iniciativa para liberar la ría de residuos sigue en marcha, fijándonos nuevos objetivos. Con el tiempo y la colaboración ciudadana llegará el día en que podamos afirmar que la marisma está razonablemente limpia.
¿Quieres una naturaleza libre de basuraleza?
Mantener libre de residuos nuestros espacios naturales empieza evitando en la medida de lo posible su aparición. Pero como esto no basta, también es fundamental la colaboración ciudadana en su limpieza. Puede ir desde las recogidas individuales de algunos residuos cuando se pasea por la naturaleza, hasta las actuaciones colectivas en las jornadas de voluntariado que se organizan.
En el caso de que te animes a participar activamente en la conservación de nuestros espacios naturales, puedes ponerte en contacto con nosotros para que te avisemos de futuras ediciones de la eco-regata y de las jornadas de voluntariado que programamos habitualmente (en la sección Contacto encontrarás la información necesaria).
